Consumidor Responsable
- Julia García
- 16 ago 2020
- 5 Min. de lectura

¿Haz sentido esta “necesidad” de comprar o tener algo y no dejas de pensar en ello que incluso lo sueñas mientras duermes? A mi sí, y era asfixiante, por que trabajaba para poderlo pagar por que “me lo merezco” y cuando ya lo tenía entre mis manos, esa sensación se esfumaba, para que a los pocos días otra cosa me llamara la atención y volviera a sentir esta “necesidad”. Nos han metido esta idea en la cabeza de que para pertenecer debemos consumir, que para ser alguien debes consumir, para tener un toque único y que destaques debes consumir, y así podría seguir y seguir. Y nada es verdad.
Yo era una persona así: iba al centro comercial, entraba a ver que había y tenía esta asombrosa necesidad de adquirirlo por que “me alcanza” o por que “está muy padre” o quizás por que “podría necesitarlo” o mi favorita, “está baratísimo”. No me avergüenza contar esto pues nadie esta libre de pecado, sobre todo para los que hemos crecido en esta era consumista. Pero...
¿Qué es el consumismo?
Según la RAE, es una tendencia inmoderada a adquirir, gastar o consumir bienes, no siempre necesarios. Y me quiero centrar en esta parte de “no siempre necesarios” por que podrás justificar tu consumo pero me atrevería a decir que mas de la mitad de esas justificaciones son inválidas.
No he dejado de ser consumidora pero ya he dejado de hacerlo sin control pues existe una manera de hacerlo responsablemente (que debería ser la única) que ayuda a equilibrar tu necesidad sin afectar al medio ambiente. Te voy a compartir una serie de pasos que sigo al momento de querer adquirir un producto. Estos pasos los puedes aplicar a cualquier producto que quieras adquirir, espero que te sirvan mucho, sobretodo por que ayudan a tu economía y tu tranquilidad al quitar esta sensación de consumir y consumir.
Toma en cuenta el producto que deseas consumir y en cuál tipo de necesidades cae.
Haz prioridades, satisface tus necesidades primarias. Evita tener justificaciones sin sentido, sé firme contigo, ¿realmente necesito ese producto? Si la respuesta es no, aquí termina tu proceso, pero si tu respuesta es sí, analiza a que necesidad pertenece tu producto.
Necesidad primaria:
Son las necesidades que se deben satisfacer para que la persona pueda vivir, manteniendo los estándares mínimos que permitan al cuerpo funcionar bien. Aquí entra todo lo que involucra alimentos, bebidas, productos de higiene personal, medicinas, etc. Yo aquí pongo mis productos de skincare.
Necesidad secundaria:
No son vitales pero pueden llegar a aumentar el bienestar de la persona. Suele definirse por la cultura, el entorno donde se vive o incluso el ambiente social al que pertenece. Aquí entra lo que involucra tener un carro, un celular, la nueva consola de videojuegos, etc. Yo aquí pongo aquella prenda que me encantó, o una funda para el celular, entre otras cosas que pueden llamar mi atención.
Valora el producto.
Esto solo aplica si tu producto pertenece a las necesidades secundarias, pues en teoría puedes prescindir de él. Cuando digo valora me refiero a que tomes en cuenta que necesidades satisface este producto. Por ejemplo, puedes ya tener un celular, pero quieres adquirir el nuevo modelo en color oro que salió hace dos días, y tu instinto te puede decir que obvio lo necesitas pero ¿a quién satisface directamente? ¿A ti como ser humano o a tu status social? ¿Que va a pasar con tu antiguo dispositivo si aún tiene vida útil? Y si en dos meses sale un nuevo modelo, ¿vas a botar el que recién adquiriste? Detente un poco, respira, y medita tu compra.
Elige con estrategia.
Una vez bien firme de tu adquisición vamos tomando en cuenta los aspectos que van a terminar de definir a tu producto. Pongamos el ejemplo del punto pasado. Deseas adquirir el nuevo modelo de celular, para eso debes tomar en cuenta:
Su valor monetario:
¿es elevado el costo del producto en relación con otras marcas y lo que ofrece? ¿tiene precio por lanzamiento o es un precio estándar? ¿Puedo encontrarlo más accesible en otro lugar?
Inversión que generas al adquirirlo:
¿cuánto debo dar de mi sueldo para costearlo? Si lo pago a meses, ¿por cuánto tiempo debo tomar en cuenta ese gasto? ¿la inversión me genera algún impacto positivo?
El material con el que está fabricado:
¿el producto puede reciclarse luego de su vida útil? ¿es resistente? ¿Qué tan durable es la pantalla?¿es costosa la reparación en caso de accidentes?
Su relación costo-calidad:
¿lo que ofrece la marca está directamente relacionado con el precio? ¿es el precio elevado en comparación con otros dispositivos de la misma gama?
La durabilidad del producto:
¿cuenta con garantía en caso de fallas? ¿puede resistir mi ritmo de vida? ¿el dispositivo cuenta con piezas que pueden ser reparadas fácilmente?
Tiene o no empaque:
¿Cómo viene empaquetado? Si lo pido por internet, ¿el empaque es sustentable? ¿puedo reciclar el embalaje?
Su huella de carbono:
¿desde donde ha sido trasladado para llegar a tus manos? ¿es producto local o extranjero?
Investiga sobre la empresa.
Un punto muy importante y que muchos saltamos es averiguar sobre la misión, la visión y los valores de la empresa. Eres el consumidor y debes ser escuchado, por lo que hay varias empresas socialmente responsables que hacen transparentes sus objetivos con los productos. En este punto debes analizar si la empresa corresponde con tus valores, por ejemplo, si estamos buscando un celular investiga si esta empresa se hace responsable de sus residuos, que toma en cuenta para generar nuevos productos, entre otras cosas que pueden ser más personales para ti. Intenta adquirir los productos directamente con el productor, los intermediarios pueden cobrar más.
Toma una decisión.
Finalmente, luego de tanto investigar (yo se que puede ser agotador), haz una conclusión. Debes poner sobre la balanza toda la investigación previa que hemos hecho. Por ejemplo, el celular que vayamos a adquirir es de alta calidad, cumple con el almacenamiento que necesito y la estética que me agrada, la empresa puede reparar el dispositivo pues cuenta con centros especiales para eso, peeeeeeero el dispositivo es muy frágil y debo invertir en una funda para protegerlo, y así aumentaría el valor monetario que tenia planeado para invertir, además de que no cuenta con reciclaje de residuos, y por lanzamiento el producto está agotado en mi ciudad y debo mandarlo pedir desde estados unidos.
No quiero llegar y decirte: deja de comprar cosas, fin. Esa tampoco es la solución del problema. Este es un análisis de lo que suelo hacerle a los productos que quiero adquirir para estar más tranquila y segura de mi decisión, pues para mí en esto consiste ser un consumidor responsable.
Te invito a que practiques un ejercicio muy simple, y analices los últimos tres productos que haz adquirido con este método, probablemente te lleves una gran sorpresa al corroborar que no necesitabas aquello o que quizás fue una gran adquisición. Ese ya sería tu criterio propio.
Sígueme en mi instagram como @vidaresiduo_cero y compárteme tus comentarios e inquietudes. Estaré feliz de hablar contigo. Gracias por leer mi post.
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