Esta técnica de venta es muy común actualmente y probablemente te haya sonado de alguna parte y, siguiendo la línea de un estilo de vida más consciente y responsable de la que promulgamos en este blog, quise escribirles todo un post porque considero que este tema lo amerita.
La obsolescencia programada es una "trampa" que le han puesto a muchos productos para garantizar una demanda de los mismos después de un tiempo determinado (claro, por la empresa). En otras palabras, es como cuando compras un celular, el último modelo del mercado, peeeero al siguiente año (cof cof apple cof cof) promocionan el nuevo celular con más cosas (que obviamente ni son tantas, nomás que le agregan una cámara, tipo de eso) y, eventualmente, tu celular pasa a ser anticuado... Y así pasan los años, y con las actualizaciones lo van haciendo más inútil e incluso más lento y ni se diga que la batería comienza a rendirte menos. Aaaah, pero el nuevo modelo tiene una batería más durable, un mejor software y, por supuesto, un nuevo procesador que hace que tu celular vaya muchísimo más rápido. Vaya coincidencia, ¿no lo creen?
Este ciclo interminable obliga al consumidor a comprar nuevos aparatos luego de un tiempo determinado (que ellos saben exactamente el día y la hora en que tu producto va a dejar de servir) y por supuesto se encargan de bombardearte con anuncios y promociones ofreciéndote siempre lo mejor de lo mejor (que obvio no es lo que ya tienes). Es peor que una trampa para osos, porque esa misma trampa nosotros nos la estamos poniendo.
Y esto pesa aún más porque, en muchos casos, sale mucho más económico consumir un nuevo producto que incluso reparar el que ya tienes. A veces me pregunto si realmente somos la especie más inteligente de la tierra porque... Si, se generan muchos ingresos y esto garantiza a las empresas ingresos constantes y sonantes pero, ¿alguien ya se detuvo a ver el impacto medioambiental de esta sucia manera de generar ingresos?
Existe tres tipos de obsolescencia programada:
De función
Es cuando se promociona un nuevo productos con un montón de funciones nuevas que encandilen al consumidor y quiera reemplazar su dispositivo o producto.
De calidad
Es cuando el producto comienza a fallar como pasa muchas veces con los productos que están mal fabricados (como los chinos...) y hechos en masa que en ocasiones no pasan un filtro estricto de calidad e incluso, aunque parezca nuevo, puede no funcionarte desde un inicio.
De deseo
Este es el más complejo considero yo, porque va de la mano de la presión social. Básicamente es querer aquel producto que es el ultimo grito de la moda (como la dichosa bolsa o los tenis blancos que todo mundo quiere y se agotan, esa demanda crea aún más deseo en los consumidores).
Esas son las razones por la que la obsolescencia programada le va tan bien: afecta de manera económica y psicológica, lo tenemos tan arraigado a nuestros hábitos que lo hemos normalizado y no nos han dado otra salida porque las mismas empresas se apoyan unas a otras. Es un horrible ciclo de comprar, usar, tirar y así hasta el fin de los tiempos.
Lo más preocupante de esto es el incremento de los residuos electrónicos que se están acumulando en vertederos contaminando aguas y suelos de países de bajos recursos. Y quién mejor para explicar esto que un chico de 14 años...
Y quizás se pregunten... Bueno, si, pero entonces ¿Qué hago?
Como todo lo que hacemos en este blog es ir en contra corriente, los reto a la revolución de la reparación (sé que en muchos casos no es posible pero al menos hicieron el esfuerzo). Hay muchos oficios como el de los zapateros o carpinteros que se están perdiendo porque la gente prefiere consumir que reparar entonces aquí es un ganar ganar: rescatemos esos oficios, rescatemos al planeta.
Si se te ha roto un pantalón, con la modista. Si se ha averiado tu televisión, con un técnico. Si se ha manchado un mueble, con el carpintero o tapicero. Hay muchísimas alternativas, solo es cuestión de adaptarse.
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Gracias por leer mi post.
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